El Convento de los Mercedarios Descalzos del Corpus Christi se edifica entre 1604 y 1617. Las obras fueron llevadas a cabo por Diego Pérez Alaraz, financiado por la IV Condesa de Castellar, Doña Beatriz Ramírez de Mendoza, para ubicar una nueva comunidad de frailes mercedarios descalzos. En su originaria concepción, el Convento poseía un claustro y entorno a él se disponía en el piso bajo una despensa, la cocina, el refectorio, la “sala de reposo”, la portería, la hospedería, y la sala capitular, que mediante una escalera se accedía a la planta superior, donde se encontraban las celdas de los frailes.
La puerta conventual es adintelada, flanqueada por un panel con orejetas, arquitrabe con molduras acodaladas sobre él, y tímpano semicircular roto a modo de veneras superior; en el centro de éste aparece un interesante y hermoso retablo cerámico que representa a San Pedro Nolasco embarcando para redimir cautivos, datado en 1630.
El claustro del convento presenta cuatro frentes con seis pilares dóricos cada uno, los cuáles se unen mediante arcos de medio punto, y los frentes se engarzan al ser los pilares en forma de L. Las galerías del claustro se cubren con bóvedas de medio cañón con lunetos, que se sustentan con arcos fajones, excepto los cuatro vértices (del tipo aljibe o rincón del claustro). El piso inferior se separa del primero mediante un friso volado, corrido y un arquitrabe decorado con gotas. El piso superior consta de balcones y lienzos alternados.
Podemos destacar. asimismo, una bella espadaña con campanas.
Actualmente, este edificio es un Centro Cultural, con actividad durante todo el año, donde podemos contemplar exposiciones artísticas y una interesante muestra arqueológica de la localidad.
Anexo a la casa conventual se encuentra la Iglesia Conventual del Corpus Christi que, por el otro lado, se comunicaba con la Casa Palacio de los condes. Así, a través de dos ventanas abiertas en la tribuna de la Capilla Mayor de la Iglesia, asistían a Misa desde el los condes y quienes habitaban en dicha casa palacio.
La fachada del conjunto se define por las dos puertas de acceso al conjunto, ventanas, balcones y una cornisa escalonada muy plana de remate. La puerta de la Iglesia conventual es adintelada, flanqueada por pilastras acodilladas con arquitrabe superior, friso (con triglifos y metopas) y cornisa (mediante pequeñas molduras mixtilíneas laterales y ventana central); refleja, pues, una gran sobriedad, dentro de la fase purista del Barroco en que se reforma, finalizándose en 1776.
La Iglesia conventual presenta una nave única cubierta con bóveda de cañón con lunetos, y en el presbiterio cúpula de media naranja rebajada, que en el exterior se manifiesta mediante tejado a dos aguas (a un agua sólo da hacia la calle). En el vestíbulo se encuentra, en el lado de la epístola, una capilla donde se encuentran los titulares de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno . A los pies de la nave se encuentra el coro alto.
La nave se estructura mediante pilastras decorativas que separan altares laterales, y retablo en el altar mayor, presidido por la imagen de Nuestra Señora de la Merced y donde destaca la imagen del Patrono de la villa que se encuentra en él, San Pedro Nolasco.
La Iglesia contaba con un primigenio Retablo Mayor de yesería, oculto tras el actual, por el que fue sustituido y permanece hoy día, de gran belleza, y de estilo tardobarroco realizado en 1762 por Juan Cano. El cuerpo del retablo se estructura en tres calles, separadas por estípites. En la hornacina central podemos observar a la citada talla de la Virgen de la Merced, magnífica escultura del siglo XVII. A su alrededor, están las imágenes de San Pedro Nolasco, San Serapio, San Ramón Nonato y San Lorenzo. El conjunto es coronado por un medallón mixtilíneo con un relieve de “La Última Cena”, en clara alusión a la advocación del convento.
En los retablos laterales, destacan un Cristo Yacente, una pequeña imagen de San Antonio, interesantes cuadros o el Cristo de la Misericordia, imagen con fama de milagrosa, de pasta-madera, de principios del siglo XVII.